Nombres propios

Los nombres propios son una parte fundamental de nuestra vida cotidiana. Desde el momento en que nacemos, se nos asigna un nombre que nos identifica y nos acompaña durante toda nuestra existencia.

Además, los nombres propios también se utilizan para referirse a lugares, organizaciones, marcas y productos, entre otros.

A pesar de su importancia, muchas veces damos por sentado el origen y significado de los nombres propios que utilizamos. Para aclarar dudas, en este artículo te ofrecemos una definición clara de los nombres propios, junto a sus características principales y los tipos que la componen. ¡Empecemos!

¿Qué son los nombres propios?

Los nombres propios son palabras que se utilizan para identificar de manera exclusiva a personas, lugares, organizaciones, marcas, productos y otros elementos específicos.

A diferencia de los nombres comunes, que se utilizan para referirse a objetos o conceptos en general, los nombres propios son únicos y no se aplican a otras personas o cosas.

Los nombres propios suelen comenzar con mayúscula y pueden incluir una variedad de elementos, siendo una parte fundamental de la comunicación y la identidad personal, ya que permiten referirse de manera precisa y exclusiva a elementos específicos en nuestro entorno.

Características de los nombres propios

Los nombres propios cuentan con características que los hacen ser palabras diferentes a otras. Veamos por qué...

• Sirven para denominar, identificar o nombrar un individuo específico.
• Se escriben con mayúscula inicial (Julián, Barcelona, Europa).
• A diferencia del inglés, los días de la semana y las estaciones del año no llevan mayúscula inicial a pesar de ser nombres propios.
• No necesitan ser acompañados por artículos, determinantes o modificadores (es Juan Pablo, no el Juan Pablo). A pesar de esto, en algunas regiones sí se acostumbra a hacerlo. Sí se usa, en ocasiones, para determinar equipos (el Real Madrid), zonas geográficas (el Ecuador) o deidades/divinidades (la Virgen de Santa Lucía).
• No tienen sinónimos, antónimos, hiperónimos ni hipónimos. Sin embargo, existen traducciones o adaptaciones (por ejemplo, Juan, en español, y John en inglés, Joao en portugués, Joan en catalán, etc.).

Tipos de nombres propios

Existen diversos tipos de nombres propios que sirven para diferenciarse entre sí:

• Antropónimos (nombres y apellidos de personas): María, Ángeles, Rodrigo, González, Rodríguez…
• Hipocorísticos (diminutivos y abreviaturas): Pepe, Lu, Lucho, Juancito…
• Sobrenombres o apodos: el Don, el Callado, la Santa…
• Topónimos (nombres geográficos): España, Buenos Aires, Amazonas, Río Nilo, Océano Atlántico, Trópico de Cáncer…
• Espacios urbanos: Avenida 25 de Mayo, Plaza Italia, Parque de la Independencia…
• Instituciones y organismos: Organización de las Naciones Unidas, Greenpeace, Fondo Monetario Internacional, Universidad de Valencia, Instituto Mariano Moreno…
• Siglas y acrónimos: ONG, OMS, ONU, OTAN…
• Zoónimos (nombres científicos de animales, no perro o gato): Canis lupus, Felis catus…
• Figuras religiosas: Buda, María, Jesús, Cristo, Judas…
• Astros: Plutón, Sol, Neptuno, Luna, Andrómeda, Vía Láctea…
• Obras artísticas (canciones, pinturas, libros, poemas, etc.): La Gioconda, Guantanamera, La vuelta al mundo en 80 días…

Ejemplos de nombres propios

A continuación podéis ver algunos ejemplos de nombres propios que abarcan las categorías más populares:

Ejemplos de nombres propios de personas

Bajo estas líneas os mostramos diversos ejemplos de nombres propios de personas:

Ejemplos de nombres propios de lugares

Además de nombres de personas, también hay nombres propios de lugares como:

Ejemplos de nombres propios de organizaciones, empresas y marcas

Finalmente, os dejamos con unos cuantos ejemplos de nombres propios utilizados por organizaciones y empresas, bien sean para ellas mismas o para sus marcas: